Senderos accesibles en el sector Saltos del Petrohué, del Parque Nacional Vicente Pérez Rosales, en Chile.
© Marcela Torres
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por Marcela Torres
La accesibilidad del turismo a
las personas con discapacidad es uno de los principios que promueve la
Declaración de la Ciudad del Cabo sobre Turismo Responsable (2002). El 2009, la
OMT adoptó la Declaración sobre la Facilitación de los Viajes de Turistas,
haciendo un llamado a los estados miembro a garantizar la accesibilidad a los
establecimientos turísticos, la existencia de servicios especiales para
personas con discapacidad sin costo extra, la difusión de dichos servicios
especiales y la capacitación del personal que trabaja en turismo.
¿Cuánto ha avanzado Chile en
este tema? Bastante, pero aún se puede hacer más. Según el Servicio Nacional de
Discapacidad (Senadis), en Chile el 12,93% de las personas presenta una
discapacidad en cualquiera de sus grados (2.068.072 personas). La Ley 20.422
que establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social para
personas con discapacidad fue promulgada a inicios del 2010 y define el diseño
universal como la base para las nuevas directrices de la integración.
El Estado de Chile ya había
tomado acciones antes de la promulgación de dicha ley. Por ejemplo, el Servicio
Nacional de Turismo (Sernatur) editó el 2005 el Manual de Turismo Accesible,
aunque su impacto en el sector turístico no fue significativo. De hecho, no
existe información sistematizada acerca de qué establecimientos o proveedores
cuentan con instalaciones o servicios accesibles para este sector de la
población.
Por su parte, la Corporación
Nacional Forestal (Conaf) tiene un Manual de Accesibilidad para personas concapacidades diferentes en Áreas Silvestres Protegidas del Estado y viene
implementando Áreas Silvestres Protegidas Accesibles a lo largo del país desde
el 2006, facilitando el desplazamiento de las personas discapacitadas en
senderos y miradores y adaptando los baños públicos para personas que utilizan
sillas de ruedas, aunque hasta ahora esta accesibilidad está presente de manera
parcial en sólo 12 de las 100 áreas protegidas que administra la entidad.
El Senadis igualmente cuenta
con un Manual de Accesibilidad que se puede descargar del sitio web y tiene
fondos concursables para proyectos de acceso físico, pero éstos sólo financian
iniciativas presentadas por organismos públicos, municipios y personas
jurídicas sin fines de lucro. Por lo tanto, las empresas del rubro turístico
deben costear con recursos propios cualquier adaptación para la accesibilidad,
lo que probablemente no ocurrirá a menos que lo vean como una inversión
rentable.
Hay países, como España, que
llevan la delantera en este frente. El año pasado se presentó la Guía Monumentos, museos y puntos de interés turístico accesibles para todos,
patrocinada por Fundación ONCE y la Fundación Vodafone España, que recoge
información sobre 167 monumentos, museos y puntos de interés turístico
accesibles de todas las provincias españolas, así como los detalles concretos
de accesibilidad de los mismos.
En ese país existen fuertes
organizaciones que agrupan a las personas con discapacidad y que tienen una
gran trayectoria promoviendo la inclusión de ese sector de la población. Sin
duda, un buen ejemplo para Chile, que gracias a esta nueva ley, tiene una
oportunidad única de dar un paso significativo para impulsar, entre todos los
actores involucrados, un nuevo paradigma en el cual la accesibilidad para las
personas con discapacidad sea considerada un derecho y no un privilegio.
Esta entrada fue publicada originalmente por la autora el 19 de julio de 2011.
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