Parque Nacional Torres del Paine.
© Hernán Torres
por Marcela Torres
En todo el mundo existen áreas
protegidas de gran belleza natural y al recorrerlas debemos ser cuidadosos para
evitar dañarlas y asegurar que puedan ser disfrutadas por futuras generaciones.
Uno de los mayores factores de riesgo, sobre todo en zonas de bosques y
pastizales, es el fuego que se escapa de control.
En febrero de 2005 un incendio
forestal que duró 10 días en el Parque Nacional Torres del Paine afectó a más
de 13.000 hectáreas, cerca del 7% de su superficie. La causa fue la inflamación
de una cocinilla que un turista checo utilizó en un área de pastizales no
autorizada para acampar. El desastre fue tal que La República Checa sin demora
ofreció ayuda para la recuperación de los sectores dañados y envió expertos
checos. En diciembre de 2010 terminó el proyecto de cooperación forestal “Asistencia en renovación de ecosistemas
dañados por el incendio en el Parque Nacional Torres del Paine”, que duró 5
años e incluyó la forestación con 180.000 plantas de Lenga (Nothofagus
pumilio).
El Parque Nacional Torres del
Paine es uno de los íconos del turismo de naturaleza en Chile. Ubicado en la
Patagonia chilena, cubre un total de 181.414 hectáreas y es uno de los destinos
preferidos para el trekking a nivel mundial, particularmente por su famoso
circuito W. En 1978 fue declarado Reserva de la Biosfera, por la UNESCO, porque
es una de las zonas representativas de los distintos ecosistemas del mundo que
sirven como patrones para medir los impactos del hombre sobre el ambiente.
Las formaciones rocosas
conocidas como las “torres del Paine”, los glaciares Grey y Dickson, las
numerosas cascadas y lagos y su abundante fauna, que incluye a especies
amenazadas como el cóndor, el puma y el huemul, son algunos de los principales
atractivos de esta área protegida. Luego del incendio de 2005 se pensó que los
turistas habrían aprendido acerca de la importancia de respetar las zonas
destinadas para visitantes.
Sin embargo, en febrero de
2011 hubo que lamentar un nuevo incendio. Un turista israelí que realizó una
fogata en un área no autorizada ocasionó un nuevo incendio que no tuvo las
mismas consecuencias desastrosas del anterior debido a que la lluvia que caía
ayudó a controlar las llamas. El turista fue expulsado del Parque Nacional y
declarado un visitante no grato por su irresponsabilidad.
La Corporación Nacional
Forestal (CONAF), la agencia gubernamental encargada de la administración de
las áreas protegidas en Chile, tiene normas claras para los visitantes en su sitio web en castellano y en inglés. Vale la pena
recordar algunas de ellas para asegurar que cuando visitamos una zona natural
seamos turistas responsables:
Ahora que se acerca la temporada alta para el turismo en Chile, esperamos que no tengamos que presenciar un nuevo incendio en el Parque Nacional Torres del Paine. Conservar nuestro maravilloso patrimonio natural para las generaciones futuras es tarea de todos.
- Respete los horarios de visita, la señalización e instalaciones del Área Silvestre Protegida, así como las instrucciones de los/las guardaparques.
- Respete las normas de seguridad. Transite sólo por los senderos y caminos señalizados. Al realizar una excursión a sectores alejados, vaya acompañado, lleve los implementos y el vestuario adecuado. Informe al guardaparque en el acceso a la unidad o guardería del sector, la ruta y horario de regreso.
- Haga sus fogatas en los lugares habilitados para ello y apáguelas con abundante agua. Los incendios forestales y la presencia del hombre en actitud distraída son siempre un potencial peligro para la naturaleza.
Ahora que se acerca la temporada alta para el turismo en Chile, esperamos que no tengamos que presenciar un nuevo incendio en el Parque Nacional Torres del Paine. Conservar nuestro maravilloso patrimonio natural para las generaciones futuras es tarea de todos.
Esta entrada fue publicada originalmente por la autora el 20 de septiembre de 2011.
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