domingo, 16 de marzo de 2014

¿La Patagonia con Represas?


Póster de campaña ¡Patagonia sin represas!. 


por Marcela Torres

El paisaje de la Patagonia chilena podría cambiar para siempre.  ¿Por qué? Porque el reciente fallo de la Corte Suprema a favor delproyecto HidroAysén podría significar que finalmente se inunde una gran parte de las zonas más prístinas de la Patagonia, que según muchas personas ocasionaría un daño ambiental permanente y afectaría al turismo de la región, que promueve precisamente esa naturaleza intacta.

¿Qué es HidroAysén?

HidroAysén busca construir y operar cinco centrales hidroeléctricas, dos en el Río Baker y tres en el Río Pascua, ubicadas en la Región de Aysén, en el sur de Chile. Es, sin duda, el proyecto energético más importante que se haya estudiado en el país hasta la fecha. De realizarse las obras, que tomarían aproximadamente 12 años, podría generar 18.430 GWh de energía media anual.

Además de las centrales, incluye la instalación de más de 1.500 torres de alta tensión entre las localidades de Cochrane y Chaitén. Desde allí, se espera que el trazado sea subterráneo hasta Puerto Montt y luego sobre tierra nuevamente hasta Santiago, donde la energía ingresará al Sistema Interconectado Central (SIC), que se extiende entre las regiones de Atacama y Los Lagos del país y no cubre a Aysén.

HidroAysén es administrada por una sociedad anónima constituida por las empresas generadoras de electricidad más grandes del país, ENDESA y Colbún S.A., que poseen el 51% y 49% de las acciones, respectivamente. Con esto, ambas empresas pasarán a concentrar el 80% de la generación eléctrica del país, estableciendo un duopolio del mercado de energía eléctrica de Chile.

Rechazo ciudadano y batalla legal

Desde que el proyecto fue presentado en agosto de 2007, ha generado el rechazo de gran parte de la ciudadanía y del movimiento ambientalista en Chile. Tanto así, que 70 organizaciones no gubernamentales nacionales y extranjeras formaron el Consejo de Defensa de la Patagonia, más conocido por su campaña “¡Patagonia sinrepresas!”, para evitar la construcción de estas centrales.

¿Por qué se oponen? Porque el desarrollo de HidroAysén requiere la inundación de 5.910 hectáreas de bosques nativos y de  hábitat para especies únicas, como el huemul, que es uno de los dos ciervos que se encuentran en Chile y se enfrenta al peligro de extinción. La organización también argumenta que el proyecto se contrapone con todas las estrategias de desarrollo regional de Aysén, en los que prevalece con fuerza la idea de potenciar los productos turísticos de alta calidad y se plantea la meta de posicionar a Aysén como “Reserva de Vida”. Por ejemplo, en la Cuenca del Río Baker ya se han invertido 500 millones de dólares en turismo, en su mayoría por parte de pequeños empresarios.

Sin embargo, el rechazo ciudadano y las persuasivas campañas de la organización no fueron suficientes para convencer a las autoridades regionales de Gobierno, quienes aprobaron el proyecto el 9 de mayo de 2011, desatando una ola de manifestaciones y protestasque se extendió por todo el país y que reunió a gente de todo el espectro político y social. De hecho, una encuesta realizada ese mes reflejó que el 74%de los chilenos está en contra de HidroAysén.

En junio de 2011 se inició una batalla legal, con la presentación de recursos de protección en contra de la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA) de la Región de Aysén, que aprobó el proyecto, y para impedir que HidroAysén pueda iniciar las obras de construcción de las represas. Sin embargo, la Corte de Apelaciones de Puerto Montt rechazó los recursos, que luego fueron rechazados también por la Corte Suprema de Chile el 4 de abril de 2012 en una votación dividida de 3 contra 2.

¿Qué pasa con el turismo?

En septiembre de 2011, el vicepresidente de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), que reúne a 28 grandes y medianas compañías del país, manifestó que “al final se demostrará que las represas no tienen un impacto turístico” y que HidroAysén puede "agregar valor al turismo" en la región de Aysén.

Sus dichos provocaron rechazo entre las organizaciones ambientales y en especial en el sector turístico de Aysén. Múltiples cámaras de turismo de la zona emitieron una declaración pública conjunta señalando que “ni Fedetur ni Achet pueden sentirse con el derecho a arrogarse la denominación de ‘representantes del gremio turístico’ de Aysén o pretender expresar el sentir nuestro porque sus visiones distan mucho de la realidad”.

Futuro incierto

¿Por qué HidroAysén recibe el apoyo de la Comisión de Evaluación Ambiental, las cortes chilenas y un gremio que reúne a grandes y medianas empresas turísticas si casi todo el país está claramente en contra? La explicación más probable es que se deba al poder de las grandes corporaciones. De hecho, se informó que uno de los jueces de laCorte Suprema que votó a favor del proyecto es propietario de 109.804 accionesde Endesa, equivalentes a más de $97 millones de pesos (aproximadamente USD 200.537).

El tema de fondo es, en realidad, la política energética de Chile y la armonía entre lograr el desarrollo necesario para que el país avance y la responsabilidad moral de preservar nuestros recursos naturales para las generaciones futuras. Sobre todo considerando el reciente movimiento social para exigir mejores condiciones de acceso a la energía en la región, que se extendió en Aysén entre el 8 de febrero y el 23 de marzo de 2012 y tuvo como consecuencia la salida del Ministro de Energía.

HidroAysén dice que su proyecto “sólo inundará el 0,05% de la extensión de la región de Aysén” y que, en compensación, mejorará 187 kilómetros de carretera, construirá un muelle y una planta faenadora de ganado y comprará equipos para tres servicios de salud. Sin embargo, todas estas obras tienen como finalidad principal abastecer al personal del proyecto. Además, plantea en su sitio web que las centrales requerirán “un promedio mensual de 2.260 trabajadores durante un periodo estimado en 12 años, llegando a un  máximo de hasta 5.000 trabajadores, de los cuales al menos un  20% corresponderá a mano de obra local, piso que se espera vaya en aumento”.

Aunque el fallo de la Corte Suprema a favor de HidroAysén para la construcción de las cinco centrales es un duro golpe al movimiento ciudadano, todavía queda mucho por recorrer. Las organizaciones ambientalistas tienen la esperanza de poder detener la aprobación de la red de torres que HidroAysén necesita para trasladar la energía que producirá, ya que pasará por 780 predios y requerirá talar 100 hectáreas de bosque e intervenir otras 600 hectáreas más.

No todo está perdido. Esperemos que no se apruebe este proyecto y que el país busque otras formas de suplir su necesidad de energía, para que la Patagonia no pierda el encanto que inspira a miles de personas en Chile y en todo el mundo a visitarla.

Esta entrada fue publicada originalmente el 7 de abril de 2012.

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